De ruta por Trevélez
Imagina un pueblo pintoresco, encaramado en las laderas de las montañas más altas de la Península Ibérica, donde el aire fresco y puro acaricia tu rostro y el aroma a jamón curado impregna cada rincón. Ese lugar mágico existe, y se llama Trevélez.
Ubicado en la Alpujarra Granadina, Trevélez no solo te cautiva con su belleza natural, sino también con su rica historia, su deliciosa gastronomía y sus habitantes cálidos y acogedores.
En este artículo, te embarcaremos en un viaje a través de este pueblo de ensueño, descubriendo sus encantos y dejándote con ganas de conocerlo en persona.
¿Te atreves a acompañarnos?
Un poco de historia
En el monte del pueblo hay una piedra con inscripciones que aún no se han podido descifrar, lo que sugiere que podría tratarse de un asentamiento neolítico o, al menos, anterior a la llegada de los romanos.
Aunque se desconoce el origen exacto del lugar, su nombre proviene del término latino «inter-valles» y la presencia de algunos restos del siglo III sugiere un origen romano.
Con la llegada de los árabes, se configura el Trevélez actual, con las características que el municipio muestra hoy en día. El sistema de riego, si no inventado, sí perfeccionado por los árabes, contribuyó a dar forma al paisaje actual, con cultivos en terrazas, una vega alrededor del pueblo y el núcleo de población dividido en tres barrios. Esta herencia persiste en muchos aspectos, especialmente en el estilo de construcción.
Durante la época de los Reyes Católicos y la Guerra de Conquista del Reino de Granada (1482-1492), los ejércitos cristianos avanzaron en la Alpujarra, pero no llegaron hasta Trevélez. Aunque Granada fue tomada en 1492, apenas llegaron cristianos a Trevélez y la población seguía siendo mayoritariamente musulmana. En 1500, los Reyes Católicos, rompiendo las capitulaciones de Santa Fe, obligaron a la población a bautizarse, dando lugar a los moriscos, musulmanes convertidos al cristianismo que seguían practicando su religión en secreto. Las tensiones aumentaron y finalmente estallaron en la Guerra de Rebelión de los Moriscos (1568-1572). En Trevélez, los moriscos se levantaron y muchos se refugiaron en la Sierra para actuar como bandoleros contra las tropas cristianas.
Tras la derrota definitiva de los moriscos, el rey Felipe II decidió expulsarlos del Reino de Granada. Para evitar la despoblación, se buscó repoblar Trevélez con personas de otras regiones de la Península, incluyendo el norte, Murcia, y Castilla.
En el siglo XVII, la repoblación se consolidó y la vida transcurrió de manera pacífica y aislada. A finales del siglo XVIII, empezaron a llegar viajeros y exploradores a Sierra Nevada, utilizando Trevélez como punto de partida para sus viajes. Pero fue en el siglo XIX cuando los viajeros románticos, especialmente los ingleses, crearon una imagen bucólica e idílica de la comarca, hablando de moriscos, leyendas y elaborando mitos que aún perduran.
Monumentos y que visitar
A continuación os dejamos una serie de lugares de obligada visita:
- Iglesia Parroquial de San Benito: Iglesia del siglo XVIII, reformada tras la Guerra Civil, en la que existen imágenes de gran valor.
- Ermita de San Antonio y de La Virgen De Las Nieves: Situada en el Barrio Medio, en ella se encuentran las imágenes de La Virgen de las Nieves y de San Antonio.
- Río Trevélez: El río circunda el pueblo por su cota más baja en torno a los 1.400 m. La zona de recreo se sitúa junto al puente de la carretera comarcal Órgiva-Laujar donde los bañistas ocupan las pozas naturales que forma el mismo río.
- Fuente de La Plaza Francisco Abellán: Si seguimos subiendo por la misma carretera, llegamos a la plaza del Barrio Bajo, también conocida como la plaza de Francisco Abellán. Esta plaza es uno de los puntos más importantes del pueblo y está rodeada de numerosos negocios, como restaurantes, tiendas de artesanía y recuerdos. Siempre está llena de residentes, visitantes y turistas que pasean, toman el sol o conversan alegremente. En el lado norte de la plaza, incrustada en un muro, se encuentra una antigua fuente, construida hace mucho tiempo. Esta fuente ha abastecido a esta zona del pueblo durante generaciones.
- Fuente-Lavadero del Barrio Bajo: Si subimos por la calle Real y llegamos a una pequeña plaza, a veces llamada la placeta de la Fuente, encontramos un lavadero popular que fue reconstruido en 1993. Este lavadero fue restaurado siguiendo la antigua técnica constructiva, dejando los muros de piedra sin revestir. Es una típica Fuente-Lavadero que combina tres elementos: una fuente de agua potable, un lavadero, y un pilar-abrevadero para animales. Estas fuentes han sido indispensables para la vida de estos pueblos, sirviendo no solo como lugares de abastecimiento de agua, sino también como puntos de reunión social para las mujeres.
- Espacios Naturales y otros lugares de interés: El municipio es ideal para pasear y visitar sus tradicionales fuentes-lavadero y sus eras, que combinan tradición con vistas panorámicas. También se puede recorrer los márgenes del río, donde en verano se puede pescar y nadar, así como explorar los alrededores, donde se encuentran el Molino Altero y la Acequia de Cástaras.
- Piscina natural: Visita obligada si vienes a Trevélez. Piscina natural de aguas transparentes.
Gastronomía
Tras sumergirnos en la belleza y el encanto de Trevélez, ha llegado el momento de deleitar nuestros paladares con los sabores típicos de este pueblo de montaña.
Prepárate para un viaje culinario donde tradición y sabor se unen en cada bocado. A continuación, te presentamos algunos de los platos que no puedes perderte en tu visita a Trevélez.
La historia del jamón de Trevélez comienza en 1862, cuando la Reina Isabel II otorgó al Ayuntamiento el privilegio de estampar su sello real en el jamón serrano elaborado en la comarca. Desde entonces, generaciones de jamoneros han mantenido y transmitido durante casi 200 años los conocimientos y procedimientos artesanales de selección, salado y curación de jamones.
Otros platos típicos, elaborados de forma artesanal y tradicional con productos locales, incluyen: lomo de orza, sopa alpujarreña, sopa de ajo tostado, puchero de garbanzos, sopa de pimentón, sopa de almendras, migas, gachas con pimentón, arroz liberal, cazolilla de habillones, arroz de los cazadores, guisote de calabazas, pollo a la moruna, perdiz a la antigua, solomillo con jamón y setas, choto en ajillo, trucha a la brasa y el plato alpujarreño. También destacan los deliciosos dulces como el dulce del paraíso, roscos fritos, flan de higos con salsa de albaricoque y soplillos.
Fiestas populares
Trevélez no solo te enamora con su belleza natural y su deliciosa gastronomía, sino también con sus vibrantes fiestas populares y sus arraigadas tradiciones.
A lo largo del año, el pueblo se viste de gala para celebrar eventos que unen a la comunidad y llenan las calles de alegría, música y baile.
- Fiestas Patronales de San Antonio: Celebradas en torno al 13 de junio, estas fiestas son las más importantes de Trevélez. Disfruta de pasacalles, procesiones, conciertos, verbenas y la tradicional representación de «Moros y Cristianos».
- San Benito: Desde hace unos años se ha recuperado la festividad de San Benito. En ella destaca además de los actos religiosos la realización de unas sabrosas «papas de matanza» para todo el que visite la localidad. Sábado más próximo al 11 de julio.
- Feria del ganado: Tradicionalmente celebrada a finales de octubre, esta feria ha evolucionado en una celebración con concursos de ganado, exhibiciones de productos locales, música en vivo y un ambiente festivo incomparable.
- Romería al Mulhacén de La Virgen de Las Nieves: Todos los años, desde 1912, se celebra en Trevélez la Romería de la Virgen de las Nieves. Desde la creación del Parque Nacional de Sierra Nevada y para contribuir a su conservación, la ascensión se realiza a pie, llevando a la Virgen a lomos de caballería. Sin embargo, el control de la Hoya del Portillo se abre durante unas horas para permitir el acceso en vehículo hasta el Chorrillo, desde donde se continúa a pie. El 4 de agosto por la tarde, muchos vecinos del pueblo suben para pernoctar en Siete Lagunas, y al día siguiente ascienden al pico antes del amanecer. Con los primeros rayos de sol, se puede contemplar un paisaje impresionante, un verdadero deleite para los sentidos.
Visitar Trevélez es sumergirse en una rica historia y una cultura vibrante, donde cada rincón del pueblo cuenta una historia fascinante. Desde las inscripciones antiguas hasta las tradiciones culinarias transmitidas de generación en generación, Trevélez ofrece una experiencia auténtica y memorable. La belleza natural de sus paisajes, la calidez de su gente y las delicias gastronómicas locales, como el famoso jamón de Trevélez, hacen que cada visita sea única.
Ya sea explorando las fuentes-lavadero tradicionales, caminando por los márgenes del río, o participando en la histórica Romería de la Virgen de las Nieves, Trevélez tiene algo especial para todos. Ven y descubre por ti mismo este encantador pueblo en el corazón de Sierra Nevada, donde la historia, la cultura y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía. ¡Te esperamos con los brazos abiertos!
Un pueblo precioso, que merece ser visitado
Una maravilla de pueblo, lo tiene todo, sitios muy bonitos para ver, gente muy amable y una rica gastronomía