Diversidad e inclusión como reto empresarial para 2024
En los últimos años, la diversidad y la inclusión han ganado una relevancia significativa en el entorno empresarial. Aunque a menudo se confunden y se utilizan como sinónimos, estos dos conceptos tienen definiciones distintas pero complementarias, y será uno de los grandes retos en las organizaciones para este 2024.
En el contexto corporativo, la diversidad se refiere a la presencia de profesionales con diferencias en edad, género, orientación sexual, nacionalidad, religión, etnia, cultura, condición o necesidades especiales debido a enfermedad, accidente, discapacidad o situación familiar.
En contraste, la inclusión comprende las prácticas implementadas por la organización para que cada empleado, independientemente de sus características distintivas, sea aceptado y tratado con igualdad. El objetivo es crear un sentido de pertenencia, donde todos los miembros se sientan reconocidos, valorados y respetados en su entorno laboral.
Dado que son complementarios, la diversidad y la inclusión deben desarrollarse de manera conjunta. Las políticas inclusivas de diversidad pueden aportar valor en términos de innovación, crecimiento y competitividad, contribuyendo al logro de un crecimiento sostenible para las empresas.
Otros argumentos a favor de la diversidad corporativa incluyen el enriquecimiento de ideas y experiencias, la mejora del servicio al cliente mediante la coexistencia de diversas competencias en la plantilla, una valoración más positiva por parte de los consumidores y, desde la perspectiva de Recursos Humanos, una mayor retención del talento.
Cuidar la diversidad
Existen diversas estrategias para asegurar que una organización alcance con éxito el objetivo de promover la diversidad. A nivel institucional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha proporcionado una guía práctica titulada «Fomentando la diversidad y la inclusión mediante ajustes en el lugar de trabajo», publicada en 2017. En este documento, se destaca el concepto de «ajuste razonable», que se refiere a los cambios necesarios y apropiados para adaptar las características particulares de un trabajador o candidato, permitiéndole disfrutar de los mismos derechos que sus colegas.
Los ajustes razonables no se limitan únicamente a modificaciones en el entorno físico del lugar de trabajo, como eliminar barreras de accesibilidad. La inclusión también se aborda a través de los protocolos operativos de la empresa.
Según la OIT, los ajustes razonables no físicos pueden incluir prácticas como reuniones regulares entre un gerente y un empleado con necesidades especiales para revisar sus tareas y horarios, transparencia en los horarios laborales o servicios de comidas que se adapten a diferentes necesidades dietéticas.
La inclusión de la diversidad puede iniciarse antes del inicio de la relación laboral, ya que pueden ser necesarios ajustes razonables en el proceso de contratación, como la reubicación física de los lugares de selección o la modificación de fechas de entrevistas.
Unas buenas prácticas adicionales para empresas interesadas en promover la diversidad e inclusión: Por un lado incluyen el liderazgo empático por parte de los responsables hacia los profesionales que necesitan ajustes razonables, así como fomentar en la cultura de la empresa la idea de que la inclusión no se trata solo de integrar a una persona, sino también de apoyar su progreso profesional dentro de la organización.
Es fundamental que la diversidad no solo concierna a los empleados con necesidades especiales y a los líderes empresariales. Para que las políticas de inclusión tengan éxito, es necesario que todos los miembros del equipo se involucren en una cultura que está ganando cada vez más impulso en el mundo empresarial.
Beneficios de aplicar las políticas de inclusión y diversidad
Una empresa que promueve la diversidad e inclusión tiende a construir una reputación más positiva. Aquellas organizaciones que dan importancia a la diversidad y la inclusión suelen ser percibidas como más justas y equitativas, lo cual puede atraer tanto a clientes como a empleados. Además, este enfoque puede contribuir a que los colaboradores se sientan valorados y respetados en su entorno laboral, lo que aumenta la probabilidad de que deseen permanecer y avanzar en la empresa.
La comodidad y el bienestar de los empleados también impactan directamente en la productividad. Cuando los trabajadores se sienten a gusto, se ha demostrado que la colaboración fluye de manera más efectiva, ya que se pueden aportar diversas perspectivas a los desafíos laborales. En resumen, una cultura empresarial diversa e inclusiva no solo beneficia la imagen externa de la empresa, sino que también fortalece el compromiso y la eficiencia interna.
Cómo implementar la inclusión y la diversidad
Es esencial establecer políticas y prácticas que fomenten la igualdad de oportunidades, el respeto mutuo y la diversidad en todos los aspectos del entorno laboral. Esto implica la eliminación de barreras y prejuicios que puedan restringir la participación de ciertos grupos.
La capacitación en diversidad e inclusión para todos los empleados desempeña un papel clave. Este tipo de formación ayuda a aumentar la conciencia sobre los sesgos inconscientes y las prácticas inclusivas, permitiendo que los empleados comprendan y valoren la diversidad presente en el lugar de trabajo.
La participación activa de los empleados en la toma de decisiones y la creación de un entorno inclusivo es esencial. Valorar y respetar las perspectivas y experiencias de todos los empleados, independientemente de su origen o características personales, contribuye a este objetivo.
Implementar programas de mentoría y patrocinio que faciliten la conexión entre empleados diversos y líderes de la organización resulta beneficioso. Estos programas promueven el desarrollo profesional y el respaldo mutuo, brindando a los empleados el apoyo necesario para crecer dentro de la empresa.
Mantener una comunicación clara y transparente acerca de los valores de diversidad e inclusión, así como compartir los avances y desafíos en este ámbito, es fundamental. Esto crea un ambiente de confianza y permite que los empleados se sientan escuchados y valorados en la organización.
En conclusión, la promoción de políticas y prácticas inclusivas no solo es un imperativo ético, sino también un impulsor clave para el éxito y la sostenibilidad de cualquier organización en el panorama laboral actual. Al establecer entornos que fomenten la igualdad, la diversidad y el respeto mutuo, las empresas no solo fortalecen su reputación externa, sino que también cultivan una fuerza laboral más comprometida y productiva.
La capacitación constante, la participación activa de los empleados, los programas de mentoría y patrocinio, así como una comunicación transparente, son herramientas esenciales para construir una cultura empresarial que celebre y valore la diversidad en todas sus formas. Al adoptar estos principios, las organizaciones no solo cumplen con las expectativas de la sociedad actual, sino que también se posicionan para abrazar la innovación, el crecimiento y la resiliencia en un mundo laboral en constante evolución. La diversidad e inclusión no solo son objetivos a alcanzar, sino cimientos sólidos para construir un futuro laboral más equitativo y enriquecedor para todos.
La diversidad y la inclusión son esenciales para la equidad e igualdad en el lugar de trabajo, de ahí que las empresas apuesten por ellas
Un plan de diversidad e inclusión aumenta la satisfacción de los empleados, y reduce conflictos, mejorando la colaboración y la lealtad de los trabajadores, etc, etc….
La diversidad y la inclusión en el ámbito laboral son fundamentales para el éxito y la prosperidad de las empresas en la sociedad actual
Las empresas que valoran la diversidad y la inclusión son vistas como más éticas y responsables socialmente, lo que puede atraer a clientes y empleados comprometidos con estos valores.